Dia 37
DÍA 37: LA FE, NO LOS SENTIMIENTOS, AGRADAN A DIOS
“Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo he de partir. El Señor ha dado; el Señor ha quitado. ¡Bendito sea el nombre del Señor! ” JOB 1:21 (NVI)
Cuando eres un bebé cristiano, Dios te da muchas emociones para confirmar y, con frecuencia, responde a las oraciones más inmaduras y egocéntricas, para que sepas que él existe. Pero a medida que creces en la fe, Él te destetará de estas dependencias.
Dios quiere que sientas su presencia, pero le preocupa más que confíes en él que en lo que sientes. La fe, no los sentimientos, agradan a Dios. La Biblia dice: “…sin fe es imposible agradar a Dios…“ Hebreos 11:6 (NVI).
La situación que más estira tu fe serán aquellos momentos en que la vida se hace pedazos y Dios no parece encontrarse en ningún lugar. Esto le pasó a Job. En un solo día perdió todo: su familia, su negocio, su salud y todo lo que poseía. Lo más desalentador para Job fue que en treinta y siete capítulos de la Biblia, ¡Dios no dijo nada!
¿Cómo confías en Dios cuando él está en silencio? ¿Cómo te mantienes conectado en una crisis sin comunicación? ¿Cómo alabas a Dios cuando no entiendes lo que está sucediendo en tu vida? ¿Cómo mantienes tus ojos en Jesús cuando están llenos de lágrimas? Haz lo que hizo Job: “Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo he de partir. El Señor ha dado; el Señor ha quitado. ¡Bendito sea el nombre del Señor!” Job 1:21 (NIV).
Dile a Dios exactamente cómo te sientes. Derrama tu corazón a Dios. Descarga todas las emociones que sientas. Job hizo esto cuando dijo: “Por lo que a mí toca, no guardaré silencio la angustia de mi alma me lleva a hablar, la amargura en que vivo me obliga a protestar.“ Job 7:11 (NVI).
Nunca tengas miedo de decirle a Dios lo que tienes en mente. Él puede manejar tus dudas, ira, miedo, pena, confusión y preguntas. Y nunca dejará de amarte.
Preguntas de reflexión:
¿QUÉ ESCUCHASTE?
¿Qué te dijo Dios al leer las Escrituras y la devoción de hoy?
¿QUÉ PIENSAS?
¿Cómo se aplica a tu vida?
¿QUÉ HARÁS?
No solo seas un oidor de la palabra, pero un hacedor de la palabra. (Santiago 1:22)
AHORA HABLA CON DIOS
Aquí es donde transformas tus pensamientos en oración. Podría ser una oración de gratitud o alabanza. Podría ser una oración de confesión o una petición de ayuda de Dios. Tu decides. Tómate un minuto para escribir una oración de respuesta a lo que Dios te dijo.