Dia 36
DÍA 36: TOMAR DECISIONES ES UNA ACTIVIDAD QUE CONSTRUYE LA FE
“Cuando se la pidan, asegúrense de que su fe sea solamente en Dios, y no duden, porque una persona que duda tiene la lealtad dividida y es tan inestable como una ola del mar que el viento arrastra y empuja de un lado a otro. 7 Esas personas no deberían esperar nada del Señor;” SANTIAGO 1:6-7 (NTV)
Nada va a pasar con tu sueños hasta que despiertes y lo pongas en práctica. Tu tienes que tomar la decisión: “¡Voy a intentarlo!” Por cada diez soñadores en el mundo, solo hay una persona que toma la decision de ver sus sueños cumplidos. La mayoría de las personas tienen sueños, pero nunca llegan a este paso, ya que no toman la decisión de confiar en Dios y salir con fe. Y luego se preguntan por qué sus sueños no se cumplen.
Santiago dice: “Cuando se la pidan, asegúrense de que su fe sea solamente en Dios, y no duden, porque una persona que duda tiene la lealtad dividida y es tan inestable como una ola del mar que el viento arrastra y empuja de un lado a otro. Esas personas no deberían esperar nada del Señor; ”Santiago 1: 6-7 (NTV).
La fe es un verbo. Es activo y no pasivo. La fe no es solo algo que crees, es algo que haces. Tienes que decidirte.
Tomar decisiones es una actividad que construye tu fe y requiere dos cosas:
- Debes decidir invertir tu tiempo, dinero, reputación y energía. Lo pones todo en la línea; y das el paso. Tú dices: “Dios, me has dicho que haga esto y voy a ser al hacerlo”.
- Tienes que dejar ir la seguridad. No puedes avanzar en la fe y aferrarte al pasado al mismo tiempo. En otras palabras, si quieres caminar sobre el agua, debes salir de ese barco.
Preguntas de reflexión:
¿QUÉ ESCUCHASTE?
¿Qué te dijo Dios al leer las Escrituras y la devoción de hoy?
¿QUÉ PIENSAS?
¿Cómo se aplica a tu vida?
¿QUÉ HARÁS?
No solo seas un oidor de la palabra, pero un hacedor de la palabra. (Santiago 1:22)
AHORA HABLA CON DIOS
Aquí es donde transformas tus pensamientos en oración. Podría ser una oración de gratitud o alabanza. Podría ser una oración de confesión o una petición de ayuda de Dios. Tu decides. Tómate un minuto para escribir una oración de respuesta a lo que Dios te dijo.