Dia 14
ESTAS CONSCIENTE DE TU HERENCIA?
“Y ahora los encomiendo a Dios y al mensaje de su gracia, que tiene poder para edificarlos y darles una herencia junto con todos los que él ha consagrado para sí mismo.” Hechos 20:32 (NTV)
Tienes una herencia que te pertenece. Encuentras esa promesa en el mensaje de la gracia de Dios.
Vamos a suponer que tu padre es el hombre más rico del mundo. Él muere y te incluye en su testamento. Sería tonto nunca tomar el tiempo para leer el testamento. Usted no sabría lo que se le debe legítimamente. No podria disfrutar de los beneficios que le pertenece como hijo del hombre más rico del mundo.
Cuando te conviertes en un seguidor de Jesús, no eres solo un creyente, eres un miembro de la familia. Te conviertes en parte de la familia de Dios. Los privilegios familiares vienen con esa decisión. Efesios 1:11 dice: “Es más, dado que estamos unidos a Cristo, hemos recibido una herencia de parte de Dios…”
Pero esta herencia no viene a ti cuando Dios muere, ¡Dios no morirá! Te llega cuando naces de nuevo. 1 Pedro 1: 3-4 dice: “Que toda la alabanza sea para Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo. Es por su gran misericordia que hemos nacido de nuevo, porque Dios levantó a Jesucristo de los muertos. Ahora vivimos con gran expectación y tenemos una herencia que no tiene precio, una herencia que está reservada en el cielo para ustedes, pura y sin mancha, que no puede cambiar ni deteriorarse.”
¿Qué es esa herencia? Parte de la herencia son las promesas que Dios habla en las Escrituras. Y si vive toda su vida y nunca se toma el tiempo de aprender lo que Dios le promete a un hijo de Dios, eso será trágico. Dios quiere que conozcas estas promesas y vivas como si las creyeras.
Necesitamos fe para recibir esta herencia. Por la fe, crees que Dios te ama y te acepta como parte de su familia en Cristo. Por fe, crees que Dios cumplirá sus promesas, y que tu herencia es real, no solo algunas palabras vacías para hacerte sentir bien cuando las cosas estan mal. Lee la Biblia. Descubre las promesas de Dios. Y luego en la fe, espera lo mejor de Dios.
Preguntas de reflexión:
¿QUÉ ESCUCHASTE?
¿Qué te dijo Dios al leer las Escrituras y la devoción de hoy?
¿QUÉ PIENSAS?
¿Cómo se aplica a tu vida?
¿QUÉ HARÁS?
No solo seas un oidor de la palabra, pero un hacedor de la palabra. (Santiago 1:22)
AHORA HABLA CON DIOS
Aquí es donde transformas tus pensamientos en oración. Podría ser una oración de gratitud o alabanza. Podría ser una oración de confesión o una petición de ayuda de Dios. Tu decides. Tómate un minuto para escribir una oración de respuesta a lo que Dios te dijo.